El Banilejo que enfrentó a la primera invasión Norte Americana a Nuestra Patria.

Por José Reyes

http://notisurbani.com/images/jose_Reyes_escritor_foto.jpgHace aproximadamente un año, la diáspora Dominicana que habita en esta ciudad de Boston, Capital cultural de los estados unidos de norte América, fuimos visitados por el actual senador de la República Dominicana, quien representa ante el congreso de la nación a la hermana provincia de Barahona.

Dicho congresista que también es historiador, llegó acompañado de otro historiador, sus nombres ahora han escapado de mi ingrata memoria. El propósito principal de este encuentro era deleitarnos con una conferencia sobre la Restauración Dominicana.

Dicho evento se realizó en un local de actividades ubicado en el 2908 de la Washington street, En Roxbury. Aproximadamente medio centenal de dominicanos, dijimos presente, la gran mayoría, Banilejos siembra hielo. La actividad comenzó con unos minutos de retraso, porque los dominicanos tenemos la extraña costumbre de llegar tarde, hasta a la cita con la muerte.

Ambos historiadores navegaron por las turbulentas aguas de la historia, tratando de sacar a flote a los héroes de tan maravillosa gesta libertaria. Especialmente aquellos que habían tenido el privilegio de haber nacido en: Santa Cruz de Barahona. Tierra hermosa en nuestro Sur profundo, bañada por un mar tormentoso color azul turquesa, centro de acopio del cacicazgo Jaragua en tiempos de la colonización de América.

Todo marchaba de viento en popa, hasta que el historiador que acompañaba al senador. Se le ocurrió decir que en la guerra de restauración, los Banilejos se habían quedado retrógrados, ósea, no pelearon por la patria en momentos cuando la patria estuvo en peligro de regresar al yugo de los haitianos. Ya le he dicho que la gran mayoría de los asistentes al evento eran banilejos, y como es bien sabido; los Banilejos no solo sabemos sembrar hielo, sino que también, hemos dejado una importante impronta en las páginas gloriosas de casi todas las epopeyas libradas en suelo Duartiano, desde mucho antes de habernos declarado Libres & independientes de todo poder extranjero.

La repuesta no se hizo esperar, recuerdo con claridad meridiana que la ingeniera: Ysolina Pepín, una compueblana de pura cepa, nacida y criada en el combativo barrio de Villa Majega, graduada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en tiempos de dictadura, cuando había que asistir a clase con media docena de limones partidos y un pañuelo. Para poder hacer frente a la avalancha de los gases lacrimógenos lanzados por los cascos negros, equipo elite y represivo de la dictadura Balaguerista. Fue la primera en pedir la palabra, trató con toda dignidad y esmero, de resaltar el papel de la mujer banileja en la guerra restauradora. Pero por desgracia el tiempo ya se había terminado.

A quien hoy tiene el honor de escribirle, le dieron dos minutos. Recuerdo que tan solo me dio tiempo para explicarle a tan elocuente historiador que: la historia es muy compleja, y que cuando hablamos de los actos heroicos de nuestros hombres y mujeres. Todos queremos llevarlos hasta nuestras comarcas, quizás para ufanarnos de haber nacido en la misma latitud que nació, aquel hombre o de aquella mujer que llenó con luz propia luz los oscuros callejones de la patria, en tiempos tan aciagos que en muchas ocasiones nuestros héroes no tu tuvieron otra opción, que reorganizar la lucha desde el mismo territorio enemigo, como aconteció con los héroes de Capotillo.

He querido comenzar este artículo con esta pequeña reseña del evento ya mencionado, porque precisamente hoy quiero escribirle sobre uno de los tantos Banilejos que escribieron sus nombres en la misma línea donde comienza la patria. Porque el futuro de la patria hay que escribirlo en el libro de nuestra historia, y no en páginas sueltas y separadas, Luchamos hasta establecer una mayéutica digna, o nos tomamos la cicuta como mismo lo hizo Sócrates.

La gran mayoría de las personas cuando se le habla de invasión, de inmediato llega a su memoria el desfile de artillería pesada, desembarcos de armamentos bélicos y escuadrones de soldados, matando a todo el que le ponga resistencia.

Mas la real academia de la lengua española, define la palabra invasión de la siguiente manera: Acción y efecto de invadir. Ósea que una invasión también puede ser, ocupar un lugar o un territorio que no nos pertenezca.

Para los dominicanos la palabra invasión; es motivo de preocupación. Pues ya nuestro territorio ha sufrido tres invasiones de parte de los estados unidos de norte América. Estoy más que seguro que muchos de los que leerán este articulo, pensarán que tan solo hemos sido invadidos por los nortes americanos en dos ocasiones. En mil novecientos dieciséis y en mil novecientos sesenta y cinco.

Mas quiero decirle que la primera invasión que los estados unidos hicieron a nuestra patria, no fue en mil novecientos dieciséis, esa fue la segunda, pues la primera aconteció entre los meses de Febrero y octubre del año mil ochocientos sesenta, a tan solo dieciséis años de haber nacido nuestra nacionalidad. Un grupo de aventureros Norte Americanos, tomaron posesión de la isla alto velo y allí izaron la bandera norte americana, declarando la isla como territorio Norte americano.

Una vez que los invasores se sintieron establecidos en la isla alto velo, comenzaron una férrea explotación de los depósitos de guano muy abundantes en la isla. Es muy posible que una gran parte de mis lectores, tampoco estén familiarizados con el proceso de la extracción del guano. Nutriente natural de mucha importancia para hacer terrenos fértiles, El historiador de la antigüedad, Diodoro Sículo, nos dice que los enormes cedros del Líbano son arboles tan preciados, por el favor de las aves que sobrevuelan el mediterráneo y anidan en la cordillera. Me he tomado licencia para hacerle esta pequeña explicación, sobre el guano, porque esta primera invasión tiene mucho que ver con la región de Nueva Inglaterra, donde hoy me encuentro como uno más de los tantos exiliados económicos que componemos la diáspora dominicana, y este fertilizante natural.

El agotamiento del suelo fue un enorme problema en la agricultura de Nueva Inglaterra. El arado con bueyes no permitía que el colono sumara a la granja más tierras, sin embargo favoreció la erosión de los suelos y la disminución de la fecundidad. Esto debido al corte en el arado, la profundidad en el suelo y a que el suelo no permitiese un mayor contacto con el oxígeno, favoreció el agotamiento de sus nutrientes.

Con la gran cantidad de ganado en el paisaje de Nueva Inglaterra, el suelo se compactó por el peso de los bovinos y esto no daba suficiente oxígeno para mantener la vida. Razón por la cual los colonos ingleses se vieron en la necesidad de buscar abono para el terreno y ellos ya tenían conocimiento del guano. Cuyo nombre proviene del Idioma quechuá, lengua originaria de los nativos centro americanos. (Proteccionismo agrícola de los estados unidos, autor: Thiago Lima)

De manera que salieron a buscar guano por todo el continente americano, siendo sur america y el Caribe dos rutas predilectas. Todos recordamos al tristemente famoso velero: Omega, un carguero escoses que surcaba los mares del Caribe transportando toneladas de guano para suplir las necesidades de los agricultores norte americanos.

El guano es un sustrato resultante de la acumulación masiva de excrementos de murciélagos, aves marinas y focas en ambientes áridos o de escasa humedad. Como abono, el guano es un fertilizante altamente efectivo debido a su excepcional contenido alto en los tres componentes principales para el crecimiento de las plantas: nitrógeno, fósforo y potasio.

El comercio de guano durante el siglo XIX jugó un papel fundamental en el desarrollo de prácticas agrícolas intensivas y llevó a la colonización formal de islas remotas en muchas partes del mundo. Durante el siglo XX, las aves productoras de guano se convirtieron en un importante objetivo de conservación. Aún hoy el guano es un producto muy apreciado, especialmente en la agricultura ecológica.

El suelo deficiente en materia orgánica puede hacerse más productivo abonándose con guano. Este está compuesto de amoníaco, ácido úrico, fosfórico, oxálico y ácidos carbónicos, sales e impurezas de la tierra. Tiene color rojizo cuando proviene de los yacimientos del Plioceno y el Pleistoceno, y es amarillento cuando es de formación reciente. Bueno pero retornemos a la historia del banilejo que enfrentó a los invasores de la isla alto velo, a tan solo dieciséis años de haber nacido la Republica Dominicana, lo que nos indica que los banilejos no somos retrógrados en el combate, sino por el contrario, fuimos los primeros en las trincheras de nuestra historia.

Fue esta la razón por la que llegaron los norte americanos a la isla Alto velo o Alta Vela. , un grupo de aventureros, encabezados por W. T. Kendall, procedentes de Baltimore, Estados Unidos y a bordo de la goleta Boston, de la firma Patterson . Tomaron posesión de la isla Alto Velo y empiezan a explotarla comercialmente. Seis meses después, un equipo de valientes soldados de nuestra Marina de guerra; a bordo de la goleta: Mercedes capitaneada por un bravo Banilejo, bajo las órdenes del comandante: Francisco Nio, llegaron hasta la isla Alto Velo para desalojar a los invasores.

Cabe destacar que también formaron parte de este equipo de valientes dominicanos, Juan Andrés Gastón, comandante de artillería, Juan Evertz, general. José Gabriel García, como secretario y Guillermo Penson quien servía de Intérprete.

Los invasores se rindieron ante los soldados de la patria, fueron hechos prisioneros y llevados a tierra firme. Luego de algunas negociaciones fueron entregados a sus respectivas embajadas. Pero una cosa quedó bien clara: Nuestra soberanía siempre ha contado con hombres y mujeres valientes para defenderla, como muestra me honra presentarle a este notable siembra hielo. Ese pro-hombre se llamó: Juan Alejandro Acosta Bustamante, para orgullo nuestro nació en Baní en 1814, hijo de Francisco Acosta y María Baltazara de los Reyes Bustamante, considerada como la primera mujer de la armada dominicana.

Durante la infancia de Juan Alejandro su familia se trasladó hacia la ciudad de Santo Domingo, donde éste conoció a grandes personajes como Juan Pablo Duarte, con quien fundó junto a otros grandes de la historia Dominicana la famosa Sociedad Secreta La Trinitaria. Comprometido con las actividades e ideales de los trinitarios, firmó el manifiesto separatista del 27 de febrero de 1844.

Durante la gesta de independencia se destacó en la batalla marítima de playa Tortuguero, por lo que junto a Juan Bautista Cambiazo fundaron la Marina Dominicana, por lo cual se le reconoce como primer almirante de nacionalidad dominicana. A tan solo diecinueve días del grito de independencia en la puerta de la misericordia, capitaneo la goleta Leonor que interrumpió el exilio de Juan Pablo Duarte en Curazao; fue esa la primera vez que se ondeó la bandera nacional en playas extranjeras. Al decretar el presidente Pierrot patente de corso contra la Marina, esta pudo sobrevivir por la pericia de sus fundadores. Se distinguió en diferentes combates navales. Fallece en abril de 1886 Santo Domingo con el rango de general de brigada, sus restos descansan en el Panteón de la Patria.

Ahora que conocemos de estas tres invasiones norte americana a nuestro territorio, es propio el momento para que hablemos de la cuarta. No estoy pensando en un evento de guerra futura, hablo del presente. Tomando en cuenta que el juramento de los trinitarios nos dice que; Nuestra patria tiene que ser libre & Independiente de todo poder extranjero, y a sabienda de la dependencia que hoy tenemos de quienes ya han pisoteado nuestra soberanía, entonces no nos queda otra opción, que aceptar que estamos viviendo un nuevo modelo de invasión “Pacifica “y consentida, por aquellos que un día juraron ante Dios defender nuestra soberanía.

Esta cuarta invasión es agresiva y progresiva, cada día vemos con asombro cómo se mueven desde Washington, las ordenes que hoy están rigiendo a nuestra sociedad. Nuestra lengua está siendo sustituida por idiomas y dialectos foráneos, nuestro folclor, nuestra música, nuestra cultura y nuestra educación, se extinguen a un ritmo acelerado.

Mientras que quienes tienen en sus manos la llave que puede encender la idiosincrasia de la patria, han sido adoctrinados y convertidos en una especie de burbuja de jabón, que solo vuelan cuando desde el imperio soplan. Las palabras del patricio Juan Pablo Duarte, nunca han tenido más vigencia que ahora: Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la patria.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.